- Aquí os voy a dejar testimonios de actrices porno, de lo que han sufrido en la industria pornográfica y que la mayoría ignoráis por vuestro propio placer.
El capitalismo y el patriarcado nos está matando. #Niunamenos
Shelley Lubben (43 años. 30 películas porno entre 1993 y 1994):
“Ustedes se preguntarán si las mujeres tienen la opción de elegir meterse en el porno.
Agentes de la industria se encuentran al acecho de adolescentes emocionalmente necesitadas y las atrapan con frases como “eres tan sexy” o “eres la más bonita”. Y con algunos cumplidos más y una tentadora oferta económica caen en la trampa.
De pronto se encuentran en la oficina del agente con la promesa de que si acceden a hacer sexo anal se convertirán en estrellas del porno.
Pocos días después son enviadas a una clínica médica perteneciente a la industria donde se chequean posibles enfermedades de transmisión sexual, en medio de sonrisas y brazos abiertos que aseguran que lo que les interesa es que estemos seguras.”
“Ustedes se preguntarán si las mujeres tienen la opción de elegir meterse en el porno.
Agentes de la industria se encuentran al acecho de adolescentes emocionalmente necesitadas y las atrapan con frases como “eres tan sexy” o “eres la más bonita”. Y con algunos cumplidos más y una tentadora oferta económica caen en la trampa.
De pronto se encuentran en la oficina del agente con la promesa de que si acceden a hacer sexo anal se convertirán en estrellas del porno.
Pocos días después son enviadas a una clínica médica perteneciente a la industria donde se chequean posibles enfermedades de transmisión sexual, en medio de sonrisas y brazos abiertos que aseguran que lo que les interesa es que estemos seguras.”
Corina Taylor (31 años, 60 películas entre 2003 y 2004): “Gané un concurso en la revista Hustler y casi sin darme cuenta de pronto estaba en Los Ángeles. Una persona de la revista me contactó con Derrick Hey de L.A. Models y me mudé a su lujosa casa con otras actrices porno. Su casa estaba tan llena que una de las chicas dormía en un ropero. Cada actriz debía pagar U$S 700 para poder estar allí…”
Mi peor momento lo pasé haciendo una película para Red Light District. El actor y director Vince Voyer me llevó aparte y me pidió que le hiciera sexo oral. Me dijo que era una puta y que debía hacerlo. Se lo hice.
Cuando volvimos al set se suponía que tendría sexo vaginal, pero durante la escena el actor Eric Everhard me forzó analmente y no se detenía. Yo gritaba que parara, pero él no se detuvo. El dolor era enorme y yo estaba en shock. Mi cuerpo se aflojó y ya no puede luchar contra él…
Luego de la escena nadie me llevó a casa. Pedí un taxi y me dirigí a una clínica para que me revisaran, pues el dolor era terrible. Un día después recibí un llamado de Vince diciéndome que no abriera la boca por la violación. Me amenazó y me dijo que no sabía con quién me metería y además la escena ya editada era una prueba de que yo mentía.
Cuando fui a cobrar mi cheque, sólo me pagaron por sexo vaginal, no por anal.”
Cuando volvimos al set se suponía que tendría sexo vaginal, pero durante la escena el actor Eric Everhard me forzó analmente y no se detenía. Yo gritaba que parara, pero él no se detuvo. El dolor era enorme y yo estaba en shock. Mi cuerpo se aflojó y ya no puede luchar contra él…
Luego de la escena nadie me llevó a casa. Pedí un taxi y me dirigí a una clínica para que me revisaran, pues el dolor era terrible. Un día después recibí un llamado de Vince diciéndome que no abriera la boca por la violación. Me amenazó y me dijo que no sabía con quién me metería y además la escena ya editada era una prueba de que yo mentía.
Cuando fui a cobrar mi cheque, sólo me pagaron por sexo vaginal, no por anal.”
La ex-actriz Neesa de 35 años: “Trabajé en porno por 10 años, con intervalos, en unas 27 películas. La última fue en Noviembre de 2006 y fue una experiencia demasiado abusiva, espantosa y repugnante…
Usaban los mismos dildos sucios una y otra vez, pues las compañías no querían gastar en otros nuevos, así de tacaños eran…
Siempre se veían chicas con las vaginas irritadas o aún lastimadas y pedíamos una pausa para recomponernos luego de las escenas más dolorosas, pero los directores y demás colaboradores querían terminar lo antes posible, pues la compañía rehusaba pagar horas extras lo que llevaba a que la mayoría de las veces no hubiera tiempo para ducharse entre escenas, y ni mencionar los cobertores que se usaban en una escena tras otra.
En lo que fue mi escena más dura y el peor momento de mi vida fui violada y abusada en una escena con Max Hardcore (un actor, director y productor rechazado aún por buena parte del mundo porno por sus abusos y excesos). Yo estaba shockeada y horrorizada. Me insistió en que le practicara sexo oral y fue entonces cuando me contagió clamidia y gonorrea.”
Usaban los mismos dildos sucios una y otra vez, pues las compañías no querían gastar en otros nuevos, así de tacaños eran…
Siempre se veían chicas con las vaginas irritadas o aún lastimadas y pedíamos una pausa para recomponernos luego de las escenas más dolorosas, pero los directores y demás colaboradores querían terminar lo antes posible, pues la compañía rehusaba pagar horas extras lo que llevaba a que la mayoría de las veces no hubiera tiempo para ducharse entre escenas, y ni mencionar los cobertores que se usaban en una escena tras otra.
En lo que fue mi escena más dura y el peor momento de mi vida fui violada y abusada en una escena con Max Hardcore (un actor, director y productor rechazado aún por buena parte del mundo porno por sus abusos y excesos). Yo estaba shockeada y horrorizada. Me insistió en que le practicara sexo oral y fue entonces cuando me contagió clamidia y gonorrea.”
Corina prosigue:
“Mi peor momento lo pasé haciendo una película para Red Light District (una productora). El actor y director Vince Voyer me llevó aparte y me pidió que le hiciera sexo oral. Me dijo que era una puta y que debía hacerlo. Se lo hice.
Cuando volvimos al set se suponía que tendría sexo vaginal, pero durante la escena el actor Eric Everhard me forzó analmente y no se detenía. Yo gritaba que parara, pero él no se detuvo. El dolor era enorme y yo estaba en shock. Mi cuerpo se aflojó y ya no puede luchar contra él…
Luego de la escena nadie me llevó a casa. Pedí un taxi y me dirigí a una clínica para que me revisaran, pues el dolor era terrible. Un día después recibí un llamado de Vince diciéndome que no abriera la boca por la violación. Me amenazó y me dijo que no sabía con quién me metería y además la escena ya editada era una prueba de que yo mentía.
Cuando fui a cobrar mi cheque, sólo me pagaron por sexo vaginal, no por anal.”
“Mi peor momento lo pasé haciendo una película para Red Light District (una productora). El actor y director Vince Voyer me llevó aparte y me pidió que le hiciera sexo oral. Me dijo que era una puta y que debía hacerlo. Se lo hice.
Cuando volvimos al set se suponía que tendría sexo vaginal, pero durante la escena el actor Eric Everhard me forzó analmente y no se detenía. Yo gritaba que parara, pero él no se detuvo. El dolor era enorme y yo estaba en shock. Mi cuerpo se aflojó y ya no puede luchar contra él…
Luego de la escena nadie me llevó a casa. Pedí un taxi y me dirigí a una clínica para que me revisaran, pues el dolor era terrible. Un día después recibí un llamado de Vince diciéndome que no abriera la boca por la violación. Me amenazó y me dijo que no sabía con quién me metería y además la escena ya editada era una prueba de que yo mentía.
Cuando fui a cobrar mi cheque, sólo me pagaron por sexo vaginal, no por anal.”
Genevieve (22 años): “Yo no tenía experiencia estaba sorprendida porque cuando veía porno no me parecía que fuera tan duro tener sexo en cámara. No hacía las posiciones correctamente y tenía fluidos corporales en mi cara que permanecían allí por 10 minutos. El abuso y la degradación eran terribles. Yo transpiraba y tenía fuertes dolores. Todo el cuerpo me dolía y al director realmente no le importaba cómo me sentía, el sólo quería terminar el video.
Pensé que mis agentes se preocuparían por mi, pero a ellos yo no les importaba, cuando dije que ya no seguiría me amenazaron. Yo era sólo una máquina de hacer dinero: cada vez que hacía un video, ellos se quedaban con el 15% de mi paga.
Es un negocio terrible donde las mujeres son usadas sólo como objetos sexuales, y para ellas no hay compasión ni se les otorga ninguna comodidad.”
Pensé que mis agentes se preocuparían por mi, pero a ellos yo no les importaba, cuando dije que ya no seguiría me amenazaron. Yo era sólo una máquina de hacer dinero: cada vez que hacía un video, ellos se quedaban con el 15% de mi paga.
Es un negocio terrible donde las mujeres son usadas sólo como objetos sexuales, y para ellas no hay compasión ni se les otorga ninguna comodidad.”
Elizabeth Rollings (40 películas): “Mi entrada al cine porno se debió a que era una madre soltera desempleada dispuesta a hacer lo que fuera por mis tres hijos…
Estaba cubierta por fluidos corporales, saliva y sudor de 5 hombres distintos. Disgustada, lastimada, basureada y vacía de emociones, una parte de mi murió ese día; mi alma se fue rasgando con cada uno de los 25 hombres a quienes les vendí mi cuerpo.
Mi primera escena se filmó en Las Vegas en 2006 para la empresa Sensational Video. Fue rodada en un departamento. No había comodidades, ni área de cambiado, ni seguridad. Sólo se trataba de hacerlo. Me dijeron que sólo era una prueba y que tenía suerte de que me pagaran por ello pero que si todo salía bien ganaría fama y fortuna.
Productores y otras actrices me ofrecieron alcohol y marihuana y yo acepté gustosa. No quería sentir el dolor de la penetración de un pene enorme o el de tener que sostener posiciones para la cámara mientras era penetrada y apenas podía respirar.
Cada escena duraba al menos dos horas o más por la necesidad de congelar las imágenes y obtener buenos ángulos bien iluminados. Era denigrada en cámara y eso debía agradarme o no habría paga. Me decían puta, perra, mujerzuela y utilizaban mi sobrepeso para insultarme. También me obligaban a no perder peso, amenazándome con dejarme fuera. Y me forzaron a la prostitución. Los productores me enviaban a hacer trabajos privados de los que mi agente recibía un jugoso porcentaje….
Quiero que se sepa la verdad: a las compañías no les importa el aspecto humano, a ellos no les importan si las mujeres y los hombres que actúan en sus películas viven o mueren. Los actores porno no son otra cosa que objetos reemplazables…”
Estaba cubierta por fluidos corporales, saliva y sudor de 5 hombres distintos. Disgustada, lastimada, basureada y vacía de emociones, una parte de mi murió ese día; mi alma se fue rasgando con cada uno de los 25 hombres a quienes les vendí mi cuerpo.
Mi primera escena se filmó en Las Vegas en 2006 para la empresa Sensational Video. Fue rodada en un departamento. No había comodidades, ni área de cambiado, ni seguridad. Sólo se trataba de hacerlo. Me dijeron que sólo era una prueba y que tenía suerte de que me pagaran por ello pero que si todo salía bien ganaría fama y fortuna.
Productores y otras actrices me ofrecieron alcohol y marihuana y yo acepté gustosa. No quería sentir el dolor de la penetración de un pene enorme o el de tener que sostener posiciones para la cámara mientras era penetrada y apenas podía respirar.
Cada escena duraba al menos dos horas o más por la necesidad de congelar las imágenes y obtener buenos ángulos bien iluminados. Era denigrada en cámara y eso debía agradarme o no habría paga. Me decían puta, perra, mujerzuela y utilizaban mi sobrepeso para insultarme. También me obligaban a no perder peso, amenazándome con dejarme fuera. Y me forzaron a la prostitución. Los productores me enviaban a hacer trabajos privados de los que mi agente recibía un jugoso porcentaje….
Quiero que se sepa la verdad: a las compañías no les importa el aspecto humano, a ellos no les importan si las mujeres y los hombres que actúan en sus películas viven o mueren. Los actores porno no son otra cosa que objetos reemplazables…”
Shelley Lubben: “En realidad ninguna de nosotras disfrutamos haciendo porno, de hecho lo odiamos, odiamos abrirnos de piernas ante hombres sexualmente enfermos…
Algunas chicas lo odian tanto que las escuchaba vomitar en el baño entre escenas. Otras salían a fumar un cigarrillo tras otro.
Pero la multimillonaria industria del porno necesita que el público crea que las actrices realmente amamos hacer porno y amamos ser degradadas por todo tipo de actos repulsivos. Que las caras que se ven de tensión son parte de la actuación pero la realidad es que las mujeres pasamos por un sufrimiento indescriptible producto de ser abofeteadas, mordidas, escupidas, pateadas y llamadas “sucia putita” o cosas por el estilo…
Ofrecen alcohol para que las mujeres se emboten y puedan soportar las escenas de sexo más duro y más humillantes.
Cuando el alcohol ya no es suficiente las actrices son enviadas a doctores que se encuentran en complicidad con la industria del porno y les recetan Valium, Xanax o Vicodin para que puedan continuar…
Además muchas mujeres experimentan daños físicos internos. El abuso de laxantes y enemas termina afectando el mecanismo de la evacuación, y esto es sólo una mínima muestra.
Muchas chicas experimentan prolapsos rectales, lo que significa que las paredes del recto salen hacia el exterior, quedando visibles, daño que puede resultar permanente para delicia de los directores del cine porno bizarro que aprovecharán la oportunidad.”
Algunas chicas lo odian tanto que las escuchaba vomitar en el baño entre escenas. Otras salían a fumar un cigarrillo tras otro.
Pero la multimillonaria industria del porno necesita que el público crea que las actrices realmente amamos hacer porno y amamos ser degradadas por todo tipo de actos repulsivos. Que las caras que se ven de tensión son parte de la actuación pero la realidad es que las mujeres pasamos por un sufrimiento indescriptible producto de ser abofeteadas, mordidas, escupidas, pateadas y llamadas “sucia putita” o cosas por el estilo…
Ofrecen alcohol para que las mujeres se emboten y puedan soportar las escenas de sexo más duro y más humillantes.
Cuando el alcohol ya no es suficiente las actrices son enviadas a doctores que se encuentran en complicidad con la industria del porno y les recetan Valium, Xanax o Vicodin para que puedan continuar…
Además muchas mujeres experimentan daños físicos internos. El abuso de laxantes y enemas termina afectando el mecanismo de la evacuación, y esto es sólo una mínima muestra.
Muchas chicas experimentan prolapsos rectales, lo que significa que las paredes del recto salen hacia el exterior, quedando visibles, daño que puede resultar permanente para delicia de los directores del cine porno bizarro que aprovecharán la oportunidad.”
Fuente de estos testimonios: http://m.taringa.net/…/La-pornografia-es-mala-y-punto-Habla…
Como tal vez ya sabréis, el actor James Deen fue acusado por agresiones sexuales (que habían ocurrido en rodajes de películas porno) por varias actrices que habían trabajado con él en algún momento.
Estas acusaciones comenzaron con la actriz Stoya que en su cuenta de Twitter () denunció que Deen la había violado.
Las denuncias prosiguieron con otras dos actrices, Tori Lux y Ashley Fires, que también denunciaron que el famoso actor aclamado por muchos fans como "feminista" (¡JÁ!) las había violado en un pasado.
Otra mujer, TM (no deseó dar su nombre a los medios de comunicación así que sólo dejó sus iniciales), también contó su historia; Deen le agredió sexualmente en un evento en el año 2009.
Amber Rayne contó, en un programa, que Deen también le había violado y que, además, le pegó dos puñetazos en la cara cuando estaban grabando una película.
Kora Peters, en el mismo programa que Rayne, contó que el actor le estranguló, le pegó en la cara y la violó analmente en una sesión.
La actriz Joanna Angel denunció que en la relación que mantuvo con Deen (2005 hasta 2011) fue maltratada física y sexualmente.
Todo esto que he publicado tiene el propósito de concienciar a la gente que me lea (si me lee gente) puesto que para lograr la abolición de la pornografía y la prostitución tenemos que hacer que la población abra los ojos; escuche a estas mujeres y entienda/aprenda que esto tiene un origen patriarcal y capitalista puesto que venden nuestros cuerpos como si fueran producto de consumo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario